¡Ahora soy mamá!
La niña de ayer que soñaba con ser grande, la joven que buscaba inspirar amor eterno y, en este instante, la Dama que atesora con amor, sus aciertos.
¡Ahora soy mamá! pero siempre tras la mujer, mujer incansable al trabajar, proteger, cuidar y amar la vida, vida que dio vida, con la guía y dirección del creador, en este universo que te tocó existir junto a mí para amarnos por siempre.

Y si volviera el tiempo atrás para remediar los tropiezos de ayer, seguramente incurriría en otros errores nuevos, sin embargo, buscaría resguardar los mejores momentos para engrandecerlos y repetirlos de nuevo… …
¡Sí lo sé!, tal vez no he fui la mejor hija, hermana, amiga o mama perfecta, porque cambié mi destino en algún punto del camino y sin pretenderlo
Perdí instantes de vida irrepetible, pero nadie aprende del vecino, son las consecuencias de las malas decisiones que nos enseña con dolor el desatino…
Y pese a correr desbocada en la vida, hubo grandes triunfos en el trayecto, los que no cambiaría, aunque volviera a repetirlo todo de nuevo.
Y no te preocupes por cumplir en algún festejo, que me regalas cada día el orgullo de tus actos y tus éxitos que son mis aciertos como mamá.
¿Qué te marqué con dureza tu andar y corregí inflexible tu camino?
¡Es cierto! pero fue para que no te desviaras de tu destino y lograras ser feliz, pese al reto de vivir.
No existe nada que discutir ni perdonar entre nosotros, hice lo que aprendí para hacerte feliz, mientras disfrute de tu descontento a cada reprenda, porque tu ángel llenó mi vida de grandeza con tu existencia y me hizo más fuerte y valiente para superar los miedos que me separaban de mis sueños.

Sigo siendo mamá y tal vez tú también lo seas ya y me comprenderás, cuánto te he amado y te seguiré amando hagas lo que hagas para ser feliz contigo.
¡Ahora soy mamá! pero, seguiré siendo la mujer por siempre, que tiene sueños nuevos a cada acierto, que aun busca superarse a cada intento y que sigue creyendo en el destino, que, con menos tiempo a cuestas, sabe que no importa eso, sino la calidad e intensidad con que se disfrute cada suspiro.
Recuerda a cada amanecer que, ¡Si eres feliz! lo soy contigo, si aún existo o cuando ya me haya ido.
Eva Lidia Prieto Valencia