El 23 de octubre de 2001 se presentaba el primer reproductor multimedia portátil comercializado por la compañía norteamericana Apple Inc. Gracias a su campaña de publicidad, en la que destacaban los auriculares blancos sobre fondos de colores, ha sido uno de los mayores éxitos de ventas en este siglo. El dispositivo almacena el material multimedia, como la música o las fotos, en un disco duro interno, mientras que los modelos posteriores hacen uso de una memoria flash que permite su menor tamaño. Posteriormente se lanzaron el iPod Touch, el iPod Nano, el iPod Shuffle y el iPhone, que incluye un iPod integrado.

El iPod Touch es un reproductor multimedia pero con funciones de llamada y con conexión a internet. El iPod touch está equipado con conexión Wi-Fi 802.11b/g/n, y al igual que el iPhone tiene una versión para dispositivos móviles del navegador Safari. También se puede comprobar la bandeja de entrada del e-mail con la aplicación Mail de Apple. El Wi-Fi puede utilizarse para descargar música del iTunes Store y miles de aplicaciones de la App Store, usar aplicaciones que requieran acceso a Internet, etc.
El iPod nano es un reproductor de audio digital, utiliza una memoria flash de 8 o 16 GB (hay dos versiones del mismo, cada una con una capacidad diferente). El tamaño de su pantalla es de 2.5 pulgadas (en diagonal) y utiliza la pantalla multi-táctil de Apple. Además, desde su quinta generación, el iPod nano dispone de cámara de video, micrófono y radio FM. El iPod nano reemplazó al iPod mini, que dejó de fabricarse.
El iPod shuffle está diseñado para que se le pueda añadir fácilmente una selección de canciones y reproducirlas en un orden aleatorio, puede seleccionar canciones aleatoriamente desde la biblioteca musical del usuario (o de una lista de reproducción específica) y copiar tantas como quepan en la memoria del iPod. No dispone de pantalla, ni rueda de scroll, ni juegos, ni libreta de direcciones, ni calendario, ni la función de notas de los primeros iPods, El iPod shuffle tiene una mejor calidad de sonido en los graves, comparado con sus parientes iPod más grandes.

Adiós a la piratería
Con el iPod, Apple se aventuró a transformar la manera en la que los amantes de la música escuchaban sus canciones favoritas. Gracias a este dispositivo, además de la portabilidad, llegó la digitalización al consumo de la música con el reproductor de contenidos multimedia iTunes – y iTunes Store – que permitían por primera vez al usuario reproducir, organizar, sincronizar y comprar canciones desde su iPod, y hacerlo en cualquier lugar, en cualquier momento.
Con la llegada del iPod y de iTunes, cambió para bien de los músicos, ya que se acabó la piratería. Este programa se convirtió en una alternativa más sencilla para comprar música online, y con la popularidad del iPod, cada vez más personas se sumaban a la descarga legal de música.