Es importante que todos aprendamos a reconocer y reaccionar ante un ataque de pánico, ya que muchas veces nos encontraremos ante una persona que necesita de nuestra ayuda. Por ello, hoy queremos brindaros una serie de pautas que os permitan reconocer, reaccionar y prevenir un posible ataque de pánico.
¿Cómo puedo reconocer un ataque de pánico?
Un ataque de pánico es un episodio repentino de miedo o ansiedad intensos y síntomas físicos, basado en un peligro aparente y no inminente. Los ataques de pánico pueden provocar mucho miedo. Un ataque de pánico puede manifestarse por medio de múltiples signos o síntomas. Los más frecuentes son:
Sensación de peligro o fatalidad inminente
Miedo a perder el control o a la muerte
Taquicardia y palpitaciones
Sudor
Temblores o sacudidas
Falta de aliento u opresión en la garganta
Escalofríos
Sofocos
Náuseas
Calambres abdominales
Dolor en el pecho
Dolor de cabeza
Mareos, sensación de desvanecimiento o desmayos
Sensación de entumecimiento u hormigueo
Sentimientos de irrealidad o desconexión
Una persona que presente varios de estos síntomas debería ser observada cuidadosamente para identificar la posibilidad de un ataque de pánico y, como resultado, poder responder correctamente y ayudarla. Uno de los peores aspectos de los ataques de pánico es el miedo intenso a que se repitan. Ese miedo puede ser tan fuerte que puede hacerte evitar determinadas situaciones en las que podrían ocurrir.
¿Por qué es necesario tratar un ataque de pánico?
Es de vital importancia tratar adecuadamente los ataques de pánico. Si no se tratan, estos ataques pueden afectar casi todas las áreas de tu vida. Por ejemplo, una persona que no recibió el apoyo necesario durante y después de un ataque de pánico puede manifestar fobias específicas, como miedo a conducir o salir de tu casa. También puede precisar de atención médica frecuente por preocupaciones de salud y otras enfermedades. Por lo general, esa persona tratará rechazo aquellas situaciones sociales que le resulten estresantes y en muchos casos presentar problemas en su entorno habitual, tal como la casa, el trabajo o la escuela.
Otras posibles manifestaciones de un ataque de pánico mal tratado incluyen, por ejemplo:
Depresión, trastorno de ansiedad y otros trastornos psiquiátricos
Riesgo elevado de suicidio o pensamientos suicidas
Consumo inadecuado de alcohol u otras sustancias
Problemas económicos
¿Cómo ayudar a alguien con ataque de pánico?
Como se ha mencionado anteriormente, es necesario tratar convenientemente los ataques de pánico. Si no sabías que la persona padecía de vez en cuando un ataque de pánico, es la primera vez que le sucede o sufre además otros problemas médicos como asma o diabetes, llama a un servicio de emergencia. Esta imagen de la fundación Rosa de los Vientos nos muestra varias medidas que podemos usar para ayudar a alguien que esté sufriendo un ataque de pánico.

Este escenario suele resultar angustioso para quien desea ayudar. Respira hondo y procura conservar la calma, tanto por ti mismo como para poderla transmitir. Mantén un tono de voz pausado, cálido y firme, acompañado de un lenguaje corporal acorde sin movimientos bruscos. Algunas pautas útiles para ayudar a una persona que está sufriendo un ataque de pánico son:
Evita darle órdenes y pregúntale si tiene algún medicamento que suela tomar durante las crisis.
No discutas la irracionalidad del miedo con comentarios como “es sólo tu imaginación”, porque la persona lo vive como real, amenazador e incontrolable, y el sentirse incomprendida la angustiará más. Si insiste en que morirá, dile que la crisis durará un momento, pero luego pasará.
Aliéntala a continuar, diciéndole que lo está haciendo muy bien ante cada avance. Hazle preguntas simples, como cuál es el color de la habitación donde están, cómo son los azulejos de las paredes, de modo que vaya desplazando la atención desde su miedo hacia otras cosas.
Escúchala, déjala hablar e invítala a relajarse, es importante para que vuelva a ganar control sobre sí misma.
Acompáñala a focalizarse en la respiración, inhalando y exhalando lentamente mientras cuentas las respiraciones en voz alta. Primero por 2 segundos cada vez, luego por 3 hasta llegar a 5. Esto desacelerará el ritmo cardíaco.
Invítala a refrescarse, humedecer la nuca, el cuello y el rostro alivia bastante, especialmente si está sudando mucho.
Acompáñala todo el tiempo, hasta que el ataque de pánico pase. Si no tiene consigo medicina tranquilizante, y observas que no consigue relajarse pasados un máximo de 15 minutos, llama por ayuda médica.
¿Cómo podemos prevenir los ataques de pánico?
Si bien no exista una manera segura de evitar los ataques de pánico o el trastorno de pánico, estas recomendaciones pueden ayudar.
Identifica aquellas situaciones que te producen un miedo extremo, ya que éste puede rápidamente derivar en un ataque de pánico.
Busca tratamiento para los ataques de pánico cuanto antes para ayudar a evitar que empeoren o se vuelvan más frecuentes.
Cumple con el plan de tratamiento para ayudar a evitar las recaídas o el agravamiento de los síntomas de los ataques de pánico.
Haz actividad física regularmente, ya que puede contribuir a protegerte de la ansiedad.
¡Esperamos que estos consejos puedan ayudarte a identificar, tratar y prevenir los ataques de pánico!