Álvaro de Jesús Forero Salazar decidió ya desde los 16 años seguir los pasos de su abuelo, Ernesto Salazar Muñoz, a quien admira por ser un excelente narrador. Así, empezó a participar en actividades de oratoria y escribir sus primeros ensayos, que generalmente se centraban en la política de su país y su papel como líder juvenil.
En secundaria, participó en un grupo de teatro dirigido por Jaime Manzur, ampliamente conocido como teatrero y titiritero. Colaboró con él en la redacción de algunos libretos para obras de teatro y descubrió que tenía facilidad para redactar. Pero, lo más importante quizás, es que se dio cuenta de que a la gente le gustaba leer lo que él escribía, con base en los comentarios que los escuchaba.
Como muchos otros jóvenes de la década de los 70, Álvaro no tardó en levantarse contra las costumbres de la sociedad, constituyéndose en promotor de una ideología y filosofía de pensamiento libre. Por tanto, había un grado muy alto de irreverencia hacia lo que pudiera señalarle socialmente.
Su mayor motivación a la hora de escribir es el poder transmitir un mensaje. Desde su juventud, había observado como varios de sus amigos acudían a él para pedirle consejo y ayuda, lo que le inspiró para ayudar a otros a reflexionar sobre si mismos. El piensa que, mientras que los métodos son muletas, los retos le permiten a la persona generar su propia estrategia. De esta forma, alguien que pueda superar el reto y construir su propio método será capaz de enfrentarse a cualquier otro.

Álvaro no se ha dedicado tan solo a la escritura, también ha trabajado por espacio de 16 años en la dirección de ventas y servicio al cliente con importadores del ramo de repuestos para maquinaria agrícola y automotriz tanto en Colombia como en Ecuador. Luego estableció dos puntos de venta minorista en accesorios y partes en el área automotriz en los Almacenes La 14 de Cali como representante legal y propietario, por espacio de 30 años, constituyéndose también como distribuidor mayorista para los mismos en la misma área. También ha mostrado una amplia actividad como conferencista, participando en seminarios de ventas, servicio al cliente y cultura empresarial para formación de vendedores y en almacenes de cadena en grandes superficies y en apoyo espiritual a comunidades laicas que lo requieran. En la actualidad está trabajando en reinventarse en cuanto al manejo de las conferencias, debido a la virtualidad en que nos obliga, al menos en el futuro inmediato o hasta que las condiciones mundiales cambien. Esto requiere estudiar el manejo de cámara y cómo transmitir el mensaje sin las virtudes del auditorio presencial. A través de la red social Facebook, desde su perfil y página vengo llevando diferentes mensajes a través de la escritura de artículos que publico (sin lucro) en la red. Estos mensajes están también en varios grupos y páginas. Generalmente con una orientación social y religiosa, pero desde luego separando los temas debidamente. El costo realmente ha sido la satisfacción de llevar un mensaje de aliento a personas de 42 países que le leen desde que inició escribiendo tímidamente en las redes en el 2009, pero, dedicado y continuo desde el 2011.
Desde entonces ha publicado ininterrumpidamente una columna semanal: “Reflexión para un domingo como hoy” que se ha instituido con un estilo propio que los asiduos lectores y seguidores, reconocen en su escritura. También eventualmente escribe columnas en temas sociales para algunas páginas y las 2Orillas, un reconocido periódico virtual. Su propósito o meta a comienzos de este año fue buscar una participación en convocatorias para narradores de historias cortas, pero ya que se dio la oportunidad de poner sus obras en manos del público a través de la Editorial Rincón del lector está deseando verlas publicadas. ¿Te animas a descubrirlas? ¡No te pierdas los próximos lanzamientos de “Bitácora: Diario de un navegante por la vida” y “Espíritu Santo, el arquitecto de la Iglesia”!