Pocas tecnologías nos acompañan como es el caso de los chips, esos circuitos pequeños que encontramos en dispositivos o equipos que moldean nuestra vida cotidiana, como es el caso de dispositivos móviles, computadoras, televisores, etc.

Hoy en día se ve un desabastecimiento mundial teniendo consecuencias inmensas casi en todos los sectores en los cuales se encuentra o se es necesario un chip, tanto así, que muchas empresas han disminuido la producción de sus productos; dada a la escasez que se viene presentando a nivel global.
La causa principal de la escasez de chips, es dada al virus que ataco a nivel mundial “COVID-19”, obligándonos a recurrir a un confinamiento forzoso y adaptarnos a este tipo de vida, esto evidentemente creo un aumento de demanda en la adquisición de equipos de todo tipo.

Claro está que esta escasez ha sido beneficiosa para países fabricantes como Taiwán, Corea del Sur, Singapur, Japón y Estados Unidos, quienes se han lucrado por la alta demanda de sus tan necesarios productos, pero a su vez han dejado claro que el proceso de fabricación puede tomar casi hasta tres meses y no tienen la capacidad para suplir la fuerte demanda. En este sentido, según la nota publicada por la Asociación de la Industria de Semiconductores (SIA, por su nombre en inglés, Semiconductor Industry Association) el pasado 5 de febrero, en enero del 2021 las ventas globales de microchip alcanzaron los cuarenta mil millones de dólares, un incremento de más del 13% comparado con el año 2020.