Shampoo natural

Todos utilizamos Shampoo de manera regular, algunas personas incluso lo usan a diario, pero pocos se preguntar las contraindicaciones que tienen y el daño que pueden causar en nuestro cuero cabelludo.
Lavado del cabello

El lavado del cabello es muy importante no solo por que nos ayuda a mantener el pelo limpio sino también porque estimula la circulación y el crecimiento del cabello. El lavado se debe realizar según el tipo de cabello, no es lo mismo lavar un pelo graso que uno seco y de esta observación también se desprende el número de veces que se puede lavar.
Lo primero que se debe tener en cuenta para el cuidado del cabello, antes incluso de escoger un producto, es la calidad del agua con la que lo lavamos. Para solucionar este problema, lo mejor es colocar un declorador en la ducha, de manera que el agua con la que nos duchemos esté libre de cloro.
El pelo y cuero cabelludo normal se debe lavar 1 vez por semana, para evitar el resecamiento, en cambio el pelo graso se debe lavar dos veces por semana, con agua fría de preferencia para no estimular las glándulas sebáceas.
Se recomienda lavar el cabello primero mojando el pelo y después aplicando el shampoo. Un truco que aprendí hace años y que me viene bien, es diluir un poco el shampoo en la mano, con un poco de agua antes de ponerlo en el cabello. Solo para quienes realmente lo requieran, puede aplicarse un poco de rinse para desenredar y peinar con facilidad.
Al final debe enjugarse con abundante agua hasta retirar todo el producto, porque los residuos dañan el pelo, pudriéndolo y provocando la aparición de la tan temida caspa.
Receta
Hoy queremos compartirte una receta facilísima para hacer tu propio shampoo, esta receta es para cabellos normales a grasos. La base limpiadora de casi todos los champús convencionales es el Sodium Lauryl Sulfate, una sustancia irritante que además se acumula en los tejidos de algunos órganos como el hígado o el corazón. Por eso te compartimos una receta a base de Naranja, que tiene propiedades suavizantes y relajantes, además de ser rica en vitaminas B, C, E y K.
Ingredientes:
Zumo de Naranja, sin semillas ni pulpa.
1 taza de agua mineral
½ jabón de glicerina rallado
2 cucharadas soperas de agua de rosas.
2 cucharadas soperas de vinagre de manzana.
Pon en un recipiente el zumo de naranja, añade el agua de rosas y el vinagre de manzanas. Mezcla vigorosamente. Utiliza la mezcla justo después de prepararla para optimizar los resultados.
Otra alternativa son los champús ecológicos, que están derivados de vegetales procedentes de agricultura ecológica, por lo que no contienen sustancias tóxicas como colorantes o conservantes sintéticos. Hoy en día se encuentran fácilmente en cualquier tienda especializada en este tipo de productos.
Los productos naturales no siempre tienen un efecto tan eficaz a corto plazo. Quizá un champú natural no saque tanta espuma, una crema suavizante no deje tu pelo tan manejable, una gomina natural no sea tan sofisticada o un tinte natural no sea tan práctico de aplicar como uno químico. Pero lo importante es que, a largo plazo, los productos naturales son mucho más beneficiosos y no te contaminarán por dentro.
En la actualidad, hay cierta tendencia a confundir entre productos ecológicos y naturales, hablando de estos últimos cuando derivan de unos ingredientes naturales, como plantas, de los que retienen todas sus propiedades, por lo que un producto ecológico es natural, pero un producto natural no siempre es ecológico.
Los productos ecológicos favorecen a la salud y al aspecto del cabello, sin ser tóxicos ni provocar alergias, favoreciendo, asimismo, al medio ambiente. Cuantos menos productos usemos y menos cosas le hagamos al pelo, más saludable permanecerá con el paso del tiempo, de igual forma, muchos productos para el cabello nos dejan una apariencia impecable de momento, pero, a largo plazo, podemos sufrir consecuencias nada beneficiosas para nuestro pelo y para nuestro cuerpo.
CONSEJOS

Para tener un cabello sano, fuerte y brillante, además de evitar el cloro del agua y escoger productos que no dañen el cabello y lo cuiden y lo nutran. Llevar una buena alimentación, variada y equilibrada, a poder ser a base de alimentos integrales y ecológicos. No abusar del secador con aire caliente ni de las planchas para alisar el cabello. Sobre todo, reducir el estrés, ya que una de las principales causas de la caída del cabello es el estrés.