top of page
MADSMAGAZINE.png

Descubre "Sugerencias del vagabundo"

Unos meses atrás, Luis era un empresario exitoso de una de las compañías más grandes de la ciudad. Parecía imposible que solo hubiesen pasado tres meses desde aquel día que cambió su vida para siempre, haciéndole caer en desgracia. Pero nada conseguía minar el espíritu de Luis, quien se resistía a rendirse pues había leído el libro de “Sugerencias del vagabundo” de Juan Israel Ortega. Al igual que había hecho durante toda su vida, seguía levantándose al alba. Pero, por primera vez en su vida, se debía plantear de dónde sacaría el dinero para poder llevarse algo a la boca, pues odiaba la sensación de irse a la cama sin haber probado bocado en todo el día.


Una mañana sintió una corazonada. Debía cambiar el sitio por donde solía mendigar e ir a hacerlo a la puerta de la empresa donde antes trabajaba. Dudó durante mucho tiempo si seguir su corazón, pues se moría solo de pensar en la vergüenza de que sus antiguos compañeros lo viesen así, harapiento. No obstante, decidió hacer de tripas corazón y puso rumbo a su antigua oficina pues, a pesar de su vergüenza, esperaba que alguien le reconociese y que, al menos, le diesen algo de comer en recuerdo de los años que habían pasado trabajando juntos.


Cuando llegó, se sentó en una esquina al borde de las escaleras que conducían a la puerta. Miraba esperanzado a todos los que llegaban, reconociendo en todos ellos a sus antiguos compañeros que, meses atrás, se habían desvivido por cumplir sus órdenes. Pero ninguno de ellos le dirigió siquiera la mirada. Todos le ignoraban, apartándole a golpes cuando trataba de llamar su atención cuando acudieron por la mañana al trabajo o salieron a tomar el café de media mañana.


Estaba a punto de rendirse y dar media vuelta. Estaba claro que ninguno de sus antiguos compañeros y amigos iba a hacer nada por él, ni tan siquiera darle una mísera moneda con la que poder comprar un poco de pan. Cuando, de repente, Luis vio acercarse a María a lo lejos. Pensó para sus adentros… “Tarde, como siempre”. Luis siempre la había despreciado porque siempre llegaba tarde al trabajo. Así que suponía que, ella más que ningún otro, lo habría ignorado.


Cual no fue su sorpresa cuando María lo sonrió, afable. No solo eso, sino que además lo invitó a la cafetería de al lado y le pagó el desayuno. Luis no salía de su asombro. Con lo mal que la había tratado siempre, y ahí estaba ella, ayudándole. Entonces entendió realmente todo aquello que había aprendido leyendo “Sugerencias del vagabundo”, y se sintió inmensamente feliz y decidió recomendar el libro a todas las personas.


Mañana es el lanzamiento del libro que tanto había ayudado a Luis a superar ese día y conseguir algo de comida. ¡No te lo pierdas! Apúntate ya en Facebook.


64 visualizaciones0 comentarios
bottom of page