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El creciente problema de la basura espacial

Corría el año de 1978. La humanidad se comenzaba a dar cuenta del riesgo que conlleva tener satélites de monitoreo tras decretarse en plena guerra fría un efecto “Kessler'' que describe un problema existente tras dejar que estos satélites continuaran orbitando nuestro planeta, pues en un determinado tiempo afectaría a la exploración espacial.

Durante este tiempo creció el uso de las comunicaciones y telecomunicaciones gracias al amplio desarrollo de la industria electrónica. Las televisiones y las radios se convirtieron en el punto de interés de todo el mundo. De repente, tenían algo que producía mucho dinero. Nadie parecía dispuesto a poner atención en el efecto Kessler, mucho menos si hablamos de que, hasta entonces, se habían lanzado tan solo unos pocos satélites. Otro factor fundamental fue que el satélite inactivo se podría desintegrar tras la fricción con la atmósfera, por lo que no había problema “urgente” que atender.

Pues bien, esos problemas que “no urgían” se presentaron como accidentes en repetidas ocasiones. Por ejemplo, en 1985 dos satélites chocaron, como resultado se agregaron más objetos a la órbita terrestre, más tarde se produjo otro choque donde por un error de cálculo se terminó despreciando la probabilidad de impacto... Todos estos eventos demostraban que no hay suficiente tecnología para monitorear tantos satélites, y mucho menos si no les dan importancia.


Se calcula que podrían existir alrededor de 18 mil objetos que ronden los más de los 10 cm y alrededor de 100,000 objetos aún más pequeños, menores a 1 cm, orbitando la Tierra. A medida que disminuimos el tamaño el número de objetos aumenta exponencialmente, hasta el punto de que las partículas del tamaño de 3 micras rebasan los ¡cientos de millones!


Es increíble todo lo que se suma a la limpieza para tener un mejor planeta. Los satélites siguen su paso. Elon Musk ahora está cerca de concretar su red de satélites que dará la conexión 5G a los terrenos, y con comunicación planetaria. ¡Una verdadera locura!

Por lo pronto no hay una ley que gobierne el espacio y eso quiere decir que ninguna dependencia se hará cargo de lo que pueda pasar ante cualquier impacto que cause un hecho catastrófico. Incluso se ha prestado el tema para que se traten de recuperar satélites por otras organizaciones pero las potencias no se quieren hacer cargo pues si algo sale mal temen ser los responsables ya que fueron ellos los que los fabricaron. Con esto nos damos cuenta que los carroñeros espaciales ya han comenzado con el tema de oferta y demanda para asegurar un sitio sustentable de cara a la exploración espacial.


Como humanidad estamos avanzando y no podemos parar. Con cada avance, la mayoría de los residuos se desechan, sin hacer nada con ellos. Hasta hace poco, se abandonaban dentro, pero ahora ya sabemos que también fuera del planeta. Un nuevo orden se aproxima. En este cambio, el enfoque de la restauración natural del planeta concederá para la humanidad un escenario en el que al menos podrá conservar la libertad de respirar un aire más limpio.

¿Habías escuchado al menos una vez el tema de la basura espacial? ¿Cuál es tu edad y cómo impacta esto en tu vida? ¿No sientes impotencia al no poder hacer algo por limpiar la atmósfera de estos derechos? ¿Te volverías un carroñero de tecnología? ¿Estás preparado para este nuevo orden? ¡Déjanoslo en los comentarios!

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