Después de mucho pensar dónde viajar el último verano, finalmente me decidí viajar a Moscú. La capital del país con mayor territorio, capaz de ocupar dos continentes Asia y Europa.
17 millones de Km cuadrados en total, una décima parte de toda la extensión continental del planeta Tierra, en este post toca hablar de mi aventura en Rusia.
Me hubiese gustado visitar muchas más partes del inmenso país pero únicamente disponía de 2 días para conocer Moscú, aun así me dejó fascinado, por eso quiero compartir aquí mi experiencia para ayudar a los Nómadas viajeros, que tengan en mente realizar un viaje a la capital de Rusia.
Mi viaje fue desde Madrid a Moscú con vuelo directo en temporada estival, por lo que el clima era bastante agradable incluso caluroso, así que no tuve que enfrentarme al duro frío soviético que nos viene a la mente cuando pensamos en Rusia.
Kremlin y Plaza Roja
Mi objetivo principal nada más llegar era conocer el Kremlin y la famosa Plaza Roja. Pero antes de todo, quería visitar los lugares de interés turístico que me iba a encontrar de camino. Me bajé en la parada de metro del barrio de Kitai gorod, un antiguo barrio de edificios antiguos que albergan a los organismos del estado. También se pueden ver algunas iglesias ortodoxas junto con otros edificios históricos.
Seguimos andando hasta llegar al Kremlin. Este es un emplazamiento del estado ruso rodeado por muros y altas torres de vigilancia. Compré mis entradas en una de las taquillas, para poder visitar este majestuoso lugar. (por el precio de 350 rublos que equivale a menos de 5 euros).
Accedí al Kremlin a través de la torre de Kutafya. Desde allí se pueden observar tres edificios, dos de arquitectura clásica y uno de arquitectura al estilo soviético. Estos edificios albergan el senado y otras oficinas gubernamentales. Seguidamente después de pasar una explanada se llega a varias iglesias y catedrales.

Una de las catedrales del Kremlin
Las iglesias son sorprendentes y lo primero que nos llama la atención además de las enormes cúpulas clásicas con forma de bulbo son las paredes de la iglesias. Todas pintadas con todo lujo de detalles.
En la otra parte de los muros se encuentra la Krásnaya plóshchad . Para los hispano-hablantes la Plaza roja. Es el punto más conocido de la capital. Aquí se puede ver la catedral de San Basilio, la catedral de Kazán, el Museo de historia y en los laterales de la muralla la tumba de Lenin.

Catedral de San Basilio
Una vez en la Plaza Roja decidí visitar la catedral de San Basilio. El precio de la entrada (unos 250 rublos). Esta catedral es el símbolo de Moscú, un estilo interior muy similar al del Kremlin, pero para mi gusto un poco menos impresionante.
Opinión personal.
En este viaje pude disfrutar de una nueva cultura desconocida para mí. Aquí pude observar una arquitectura distinta a la que estoy acostumbrando. Además comprové como conviven los antiguos edificios de la época de los Zares al lado de los Soviéticos, con un tipo de arquitectura diferente pero no menos impresionante. La verdad que vale la pena visitar estos dos lugares sin ninguna duda.