Si al salir de casa te topas con personas de baja estatura con abundante pelo en el empeine, descalzos, de cabello rizado castaño, orejas puntiagudas, cuerpo rollizo y cara redonda pidiendo una cerveza mientras disfrutan de una pipa, ¡no te asustes! Ni nos invadió una extraña raza, ni hay un científico loco desarrollando un experimento químico. Solo es gente celebrando el Día del Hobbit.
Esta celebración inició el año 1978 y fue establecida por la American Tolkien Society. Actualmente se ha extendido por muchos países y es promovida por decenas de Sociedades Tolkien. Es justamente el 22 de septiembre la fecha que, según la obra de Tolkien, nacieron Bilbo (2890) y Frodo Bolsón (2968), personajes fundamentales de El Hobbit y El Señor de los Anillos, respectivamente.
Se puede decir que esos pequeños personajes de pies peludos y cabello castaño a rojizo, hacen odas al buen comer cada día, en cada ocasión que comen hacen desayuno, segundo desayuno, “once” o tentempié, comida, té de la tarde y cena: ¡eso es vida! Además, son los propios hobbits quienes siembran, cosechan, preparan, fermentan, hornean sus alimentos.
La Comarca se organiza una gran fiesta
Los fans de las obras de Tolkien suelen celebrar fiestas temáticas, simulando la Tierra Media y La Comarca. Por lo general, se ambientan en un bosque. Los invitados visten como hobbits, toman mucha cerveza y disfrutar el día como si fueran parte de La Comarca.
Y si no puedes acudir a ninguna fiesta, se puede conmemorar de una forma sencilla: deja los zapatos en el armario por un día, prepárate siete comidas como hacen los hobbits o, simplemente, acomódate en tu sofá para leer algunos capítulos o ver las escenas que más te gustaron de la saga.