Amigas y amigos, Feliz Año Nuevo.
En esta temporada invernal, cuando el frío cala hasta los huesos, qué tal les caería un atolito, bebida muy tradicional y socorrida en la zona central de Sudamérica, Centroamérica y México. Es una grata costumbre el que se tome un atolito, ya sea por las mañanas o por las noches y qué mejor que acompañada por unos tamales como se acostumbra mucho en México. Al atole Hernán Cortés, lo califica bebida espesa muy energética.
Pero, ¿de dónde viene la costumbre de un atolito para el frío? Ya desde mucho antes de la conquista, los indígenas de las tierras mencionadas, tomaban el atol (como se conoce en algunos países de centro y Sudamérica), como el resultado de cocer los granos de elote en agua. Originalmente, es un alimento con chiles o endulzado con miel de abeja; sin embargo, no era del gusto de los conquistadores, quienes le fueron cambiando la receta, agregando leche y otro tipo de endulzantes como piloncillo o azúcar y otros ingredientes frutas o aromatizantes (vainilla, canela, azahar, anís), lo que dan como resultado una gama muy grande de atoles, como por ejemplo, fresa, piña, guayaba, cajeta, solo por mencionar algunos de los atoles dulces, aunque no debemos olvidar, atoles con chile, como el chileatole, un guiso muy sabroso, al que le dedicaremos un artículo más adelante.

Como la mayor parte de los alimentos que comemos no solo en América, sino también en Europa, son el resultado de la mezcla de ingredientes originarios de diferentes regiones, el atole, no es la excepción. Aquí me referiré al atole, como una bebida ligeramente espesa, dulce y muy recomendado para enfermos o convalecientes, a quienes se les recomiendo su ingesta. En la actualidad, aunque se sigue usando la masa como agente espesante, también se obtiene por la sustitución del maíz como tal, la fécula de maíz (maicena), o bien por la acción de la fruta que usemos en la preparación del atole, como es el caso del atole de guayaba, que se elabora sin la adición de ningún espesante y del que a continuación les comparto esta receta, que es muy celebrada porque en esta época se acostumbra mucho por la disponibilidad de esta fruta, muy sabroso, con grandes propiedades ya que entre otras cosas es de los frutos con mayor cantidad de vitamina C y su preparación sumamente sencilla. ¡Sigue leyendo y descúbrelo!

ATOLE DE GUAYABA
1 litro de agua
4 rajas de canela en rama
10 guayabas maduras
Azúcar
Leche evaporada al gusto
En la mitad el agua con las rajas de canela ponga al fuego. Licue las guayabas con el resto del agua, cuele e integre con el agua con canela, si queda muy espeso, ponga más agua, Agregue azúcar al gusto, deje hervir a fuego medio, por unos 3 minutos y sin dejar de mover. Agregue la leche y retire del fuego.
Le aseguro que se lo van a festejar mucho y toda su casa se aromatizará con su olor tan deliciosamente característico. Les deseo un año lleno de bendiciones y ¡que usted la guise bien!