¿Qué es el transporte de carga por carretera? Por definición es quizás muy simple, ya que se reduce, dentro de la cadena de suministro, a mover mercancía desde el lugar que se produce o almacena hasta el lugar de consumo de una manera segura, rápida y económica y por un medio terrestre.
Sin embargo, en la realidad, este proceso se vuelve complejo, ya que el transportista se vuelve el centro de dos intereses: por un lado el del embarcador que se compromete con su cliente de entregar en buenos términos (segura, a tiempo y conservando las condiciones de calidad con las que fue embarcada) su mercancía y por el otro, en el momento de recibir el embarque, adquiere el compromiso de entregarlo al receptor en la hora por él convenida con su proveedor y en condiciones satisfactorias de calidad.

Normalmente el receptor se reserva el derecho de recibir el embarque si no cumple al 100% con las condiciones convenidas, en las que dicho sea de paso, el transportista no intervino en ningún momento. ¿Grave compromiso, no?
En el trascurso del tiempo de traslado, el transportista, al recibir la carga, se compromete a cumplir con su entrega en las condiciones comprometidas, proceso durante el cual se somete a infinidad de variables que evidencian la enorme vulnerabilidad de la empresa transportista. Algunas de estas variables son las condiciones de la carretera, las condiciones meteorológicas, la cada vez mayor inseguridad en carreteras, las fallas mecánicas aún a pesar del cumplimiento con los programas de mantenimiento preventivo a que se someten cada una de las unidades motrices de acuerdo al protocolo de cada transportista...

El cumplir con algunos de los conceptos mencionados está sólo en manos del transportista que, si bien no puede siempre eliminarlos al 100%, sí puede mitigar sus efectos y, en la medida de lo posible, minimizarlos para evitar que afecten al consumidor. En este sentido, caemos en el concepto quizás más vigilado en la negociación del contrato con el transportista, el costo: Por un lado, el contratante busca obtener la mejor condición económica para su empresa mientras que el contratista intenta que se le reconozca la tarifa que le permita resarcirse de los gastos y obtener una utilidad razonable de acuerdo a la inversión y riesgos que expone con su servicio. Pocas empresas al obtener un justo medio, ofrecen las garantías necesarias para otorgar un servicio de calidad y más aún de excelencia.

¿Qué es lo que hace una empresa transportista para generar la confianza de calidad en su servicio? Para dar respuesta a esta pregunta, surge una lista infinita de posibles respuestas, aquí destacaremos las que consideramos las de mayor impacto:
Ética en el cumplimiento de sus deberes como proveedor
Contar con un seguro amplio que proteja sus activos, empleados, carga, áreas en donde pudiera ocurrir un siniestro, etc
Cumplimiento irrestricto de protocolos de mantenimiento, al menos los propuestos por los fabricantes de los equipos
Minimizar la rotación del personal y contratación de empleados que cumplan con estrictos requisitos de antecedentes penales y conducta en trabajos anteriores (No olvidemos que tanto los activos de la empresa, como los de los clientes, está en manos del operador durante un largo periodo de tiempo)
Equipamiento con equipos de radiolocalización tanto del tractor como del remolque, que aseguren el contacto de la carga durante el total del recorrido del traslado
Especializarse en rutas específicas de servicio

Pocas empresas cumplen con estos exigentes requisitos; sin embargo se destaca la empresa Transportes Especializados Escuadrón Jaibo que es reconocida por sus clientes y proveedores ya cumple ejemplarmente con estos y más requisitos. Esta empresa, altamente recomendada en las rutas cuyo origen destino es la zona Sur del Estado de Tamaulipas, cuenta con reconocimientos de sus clientes por la excelencia en sus servicio ya que cumple ampliamente con sus requisitos contractuales.