El 31 de mayo se celebra el día mundial sin tabaco. Un día en el que organizaciones como la OMS nos recuerdan lo dañino que es este vicio para nuestra salud. Y es que no solo ponemos en peligro nuestra propia salud, sino además la de todos aquellos que nos rodean que, obligados a respirar un aire contaminado con compuestos como la nicotina, sufren casi tanto como nosotros. Es por ello por lo que hoy queremos proponeros una serie de consejos para dejar de fumar. ¡Sigue leyendo y descúbrelos!

El primero y, quizás el más importante de todos, es adquirir consciencia de los peligros que el tabaco supone para nuestra salud. Cierto, todos lo sabemos. A fin de cuentas, en cada cajetilla de tabaco hay una inscripción de que “El tabaco mata”. ¿Pero alguna vez te paraste a pensar de qué se esconde detrás de esa advertencia? ¡El tabaco mata a casi seis millones de personas en tan sólo un año! Además, se ha demostrado que el tabaco aumenta el riesgo de sufrir de diversos tipos de cáncer como pulmón, laringe, faringe, boca, esófago, vejiga, riñón, páncreas… Vaya, que no es precisamente una advertencia vacía de sentido…
Pero, una vez que has comprendido los riesgos para tu salud y has decidido dar el paso de dejar de fumar, ¿qué puedes hacer para lograrlo?
Comprométete contigo mismo y, si lo necesitas, ponlo por escrito. Numerosos estudios han demostrado que poner nuestros compromisos por escrito nos ayuda a cumplirlos. Es como si el acto de exteriorizarlos y plasmarlos sobre un papel le dijese a nuestro cerebro “Ojo, haz esto que dije que lo iba a hacer”. Curioso, ¿no?
Pero lo que es quizá más importante, al tiempo que escribes tu compromiso, escribe también las razones que te llevaron a tomarlo. Sea cual sea, ya sea por proteger tu salud, por proteger la salud de los que te rodean, por ahorrar el dinero que gastas día tras día en tabaco… ¡Tener esas razones por escrito te ayudará a recordarlas en los momentos en los que tu cuerpo te pida esa nicotina a la que le tenías acostumbrado! Recuerda que basta un cigarrillo para volver a caer en su trampa.
También es importante que busques el apoyo en las personas que te rodean y, si es necesario, un profesional como tu médico de cabecera o la enfermera de tu centro de salud. Y, sobre todo, considera la posibilidad de dejarlo junto con algún otro amigo. No solo os apoyareis mutuamente en el proceso, sino que además evitareis dinamitar los esfuerzos del otro pues ¡es tan difícil dejar de fumar cuando ves a alguien a tu lado fumándose ese “delicioso” cigarrillo!
Fija una fecha para dejar de fumar y, ese día, desecha todos los cigarrillos que tengas a mano y lava tu ropa. Si dejas alguno siempre será una tentación lo que te dificultará aún más dejar de fumar. Además, como el olor de tabaco queda impregnado durante días en nuestra ropa si no la lavamos es necesario quitar ese olor o tu ropa te recordará al cigarrillo que tanto anhelas durante los primeros días.
Aunque los síntomas de abstinencia varían de unas personas a otras, es importante que seas consciente de los problemas que pueden aparecer durante el proceso. Como cualquier otra droga, la nicotina del tabaco ha creado una dependencia en tu cuerpo, y tu cuerpo va a recordarte que debes darle su dosis diaria de nicotina hasta que se acostumbre a la nueva situación. Puede que sean unos días difíciles en los que experimentes dolores de cabeza y estómago, que estés de peor humor que de costumbre, incluso decaído o deprimido, y que sientas que te falta la energía. ¡Pero recuerda que es solo unos días y que una vez los superes habrá pasado lo más difícil!
Sin duda en estos primeros días te ayudará mantenerte ocupado. ¿Cuál es tu afición favorita? Seguro que te ayudará dedicarle un tiempo extra. Por un lado, evitará que tu cuerpo, y sobre todo tu cerebro, se concentren en que no le diste ese chute de nicotina. Por otro, servirá como un refuerzo positivo, un premio por estar haciendo bien tu trabajo y conseguir superar ese primer momento. Y aunque no debas castigarte en exceso si cometes un desliz en un momento de debilidad, recuerda tu propósito de dejar de fumar para no volver a caer en el ciclo. Recuerda qué te motivó a intentar dejar de fumar, y verás que en unos días lo habrás conseguido.
Si sientes que aun aplicando estos consejos tu cuerpo te exige esa nicotina de la que has decidido prescindir y no eres capaz de superarlo, siempre puedes recurrir a sustitutos de la nicotina o incluso a los cigarrillos sin nicotina. Pero piensa en esto solo como última alternativa ya que, si de verdad quieres dejar de fumar, hacer algo que te recuerde lo que hacías para fumar casi seguramente te cree mayor ansiedad por el hecho de no estar haciéndolo.