Salvador Fraire Ramírez

Se siente cansada de caminar por la vida. Sus pasos son lentos. Su belleza se va opacando con el paso de los años. Su cuerpo ya no es el mismo de fuerte y esbelto. Sus piernas ya no la sostienen por mucho tiempo. Se cansa al caminar...El brillo de sus ojos se ha ido dilatando con el paso del tiempo, mas su mirada sigue siendo de ternura y cariño.
¡¡Yo la sigo viendo hermosa!! Y la beso en la frente y en sus delicadas manos. Le sonrío, la abrazo y le digo con cariño. ¡Vamos! ¡Déjame ayudarte a levantarte y vamos afuera!
Ella me mira y me sonríe como el mismo cielo y me dice."¡¡Eres necio por eso te amo y te amaré siempre!!¡Siempre te hago caso!
Sonríe y llora a la vez mientras yo le limpio sus lágrimas con besos y caricias. Y diciendo con voz bajita: ¡Cómo te quiero! ¿Lo sabes verdad?
¡¡Y nos abrazamos en la banca y con su carita triste me pregunta!!
¡Mi amor! Si algún día ya no despierto. ¿Qué vas a hacer?
Mi amor ¡¡no te preocupes!!
Yo me dormiré contigo para soñar juntos cómo lo hemos hecho en todos estos años que hemos estado juntos y tomados de la mano nos iremos juntos, con Dios padre.
Te prometí no dejarte nunca sola y no lo haré, pero no hablemos de eso ahora. Súbete a tu silla de ruedas y vamos a pasear. Vamos a mirar el atardecer y volvamos a enamorarnos cómo el primer día. Miremos el cielo, las flores, el sol y seguir viviendo nuestro amor asta el final.
Viajemos juntos con el tiempo y el amor...