¿Es importante la densidad de un colchón?
A la hora de elegir un colchón, la densidad es un factor que debemos tener en cuenta, ya que cualifica determinados parámetros. Por ejemplo, cuanta mayor densidad tenga la pieza, mayor será su durabilidad, su confortabilidad y su adaptabilidad.
La densidad de un material no siempre está relacionada con su dureza. Más bien tiene que ver con su peso y con la cantidad de material usado para conformar un metro cúbico de tamaño. Un colchón de densidad 40 kilogramos por metro cúbico no necesariamente es más duro que uno de 20 y, viceversa, un colchón de 20 kilogramos por metro cúbico no tiene porqué ser más blando que el de 40.
La densidad sí que está muy relacionada con la calidad del colchón. Cuanta más densidad hay más material usado por metro cúbico de colchón. Cuánta más densidad, también, la resiliencia del colchón será mejor, es decir, su capacidad de recuperar su forma original después de recibir presión, será mayor. Por tanto, a mayor densidad del colchón, mayor calidad del mismo.
La densidad suele especificarse sobre todo en los colchones viscoelásticos y los colchones con núcleo de espuma.
¿Qué densidad de colchón debemos elegir?
A la hora de elegir la densidad de un colchón debemos tener en cuenta nuestros gustos y necesidades de descanso.
Un colchón de gran densidad puede ser más adaptable, pero si soy una persona calurosa no es una buena elección. La razón es que a mayor densidad, también se incrementa la sensación de calor que desprende el material viscoelástico, ya que la acogida es mayor y la transpiración del material es menor. Para las personas calurosas son mejores los colchones muy transpirables, fabricados a base de muelles y muelles ensacados.
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