El disco compacto es una evolución de la tecnología LaserDisc, donde se utiliza un rayo láser enfocado que permite la alta densidad de información requerida para señales de audio digital de alta calidad. A diferencia de la técnica anterior, la información del disco se lee desde una capa reflectante utilizando un láser como fuente de luz a través de un sustrato protector. Los prototipos fueron desarrollados por Philips y Sony de forma independiente a finales de la década de 1970. En 1979, Sony y Philips establecieron un grupo de trabajo conjunto de ingenieros para diseñar un nuevo disco de audio digital. Después de un año de experimentación y discusión, el estándar Red Book CD-DA se publicó en 1980. El documento denominado Red Book («libro rojo») define el estándar para los CD-A. Pertenece a un conjunto de estándares conocido como Rainbow Books que contiene las especificaciones técnicas para todos los formatos de la familia de discos compactos.

Después de su lanzamiento comercial en 1982, los discos compactos y sus reproductores fueron extremadamente populares, se vendieron más de 400,000 reproductores de CD en los Estados Unidos entre 1983 y 1984. En 1988, las ventas de CD en los Estados Unidos superaron las de los LP de vinilo y en 1992 las ventas de CD superaron las de las cintas de casete de música pregrabadas. El éxito del disco compacto se ha atribuido a la cooperación entre Philips y Sony, que juntos acordaron y desarrollaron hardware compatible. El diseño unificado del disco compacto permitió a los consumidores comprar cualquier disco o reproductor de cualquier empresa y permitió que el CD dominara el mercado de la música en casa sin ningún desafío.

Pronto se descubrió que más allá del audio, los CD podían ser también un medio ideal para la divulgación de información general, como textos, gráficos e imágenes en movimiento, lo cual dio origen, en 1985, a la producción del CD para copiar o reproducir información. En 1987 le siguió el CD interactivo. Hacia 1991 se desarrollaron los CD grabables (CD-R) y los CD regrabables (CD-RW). Finalmente, en 1993, el CD de video estándar (CD-V o VCD). Desde 1995 se introdujo el DVD usando los mismos principios de grabación que el CD. Hacia 2005-2006 la capacidad de almacenamiento se aumentó otra vez para que los discos ópticos fueran capaces de almacenar señales de HDTV.
Trabajo en equipo
Philips y Sony unieron sus fuerzas y junto a sus equipos de ingenieros lograron diseñar el primer disco digital. El disco compacto demostró la importancia de incorporar música de mejor calidad, también gran parte del éxito del CD, fue ofrecer al consumidor la posibilidad de crear su propia música en casa.Un cuarto de década más tarde, el CD reemplazó al vinilo, a los cassetes y a las cintas de video. Gracias a su mejor calidad de sonido – audiovisual, y su amistoso formato.