Ciudad maravilla donde las haya, capital andaluza con ese encanto que los andaluces conocen como «duende», ritmo arte y alegría.
Río Guadalquivir que separa Sevilla de la república independiente de Triana, como se autodenominan los trianeros, donde el flamenco hace temblar el suelo de la calle Betis, guitarras ritmo y mucho mucho salero, donde puedes tomarte una cervecita bien fría y tomarte unas ricas tapas de «pescaíto frito» mientras soportas ese duro calor veraniego de 45 grados a la sombra.
Arquitectura de plaza de España
Sevillanía
Gente amable y carismática te hará sentir en casa, atención continua para que tu estancia en la ciudad sea como en casa, pero aquí somos mochileros por lo que no nos alojamos en el hotel Alfonso XIII ni vamos engominados con cinturón de trenza, sino que nos decidimos por ir a un Hostel, en el centro, justo al lado del puente de Triana y la Plaza de toros de la Real Maestranza de caballería, punto clave para moverte por el centro de la ciudad y ver los mejores monumentos, como la catedral parque de María Luisa.
Plaza de toros de la Real Maestranza de caballería.
Gastronomía y Hospedaje
Como he comentado en el anterior punto mi opción fue hospedarme en un hostel, a unos 12€ la noche, en el centro hay varios todos muy bien valorados con reseñas de Google, la gastronomía es buena pero en el centro cara y escasa, mejor callejear y encontrar zonas como las Setas, zona céntrica y económica para tomarse unos vinitos.
Vino tinto en zona de tapas.
Fechas señaladas
Feria y semana santa sin duda, la ciudad se detiene, carros de caballos, vestidos de lunares, mantillas y peinetas junto con pasos que escenifican la semana de pasión para los católicos, cruza el puente el «Cachorro» junto con la Esperanza Macarena, suenan clarines y tambores, huele a Rebujito en Abril, suenan los cantores de Hispalis o una saeta entre el silencio de la noche, noche y día Sevilla es una maravilla.
Carro de caballos por Plaza de España
Recomendación
El corazón que a Triana va nunca volverá Sevilla, quedé enamorado de la ciudad de hecho vuelvo cada año ya que nunca me canso de visitarla y siempre que puedo organizo una escapadita con mi pareja en cualquier puente festivo , es uno de los lugares en los que mejor me siento, creo que cada persona tiene un lugar especial en su corazón para un lugar, mi lugar es este y estoy seguro.