T- Mobile, con sede en Bellevue (Washington, EEUU), es de los mayores operadores de telefonía móvil de Estados Unidos con más de 102 millones de clientes. Según un reciente comunicado de la compañía, sufrió un ataque de ciberseguridad que, probablemente comenzó cerca del 25 de noviembre y donde se habrían visto comprometidos los datos de 37 millones de clientes.
El hecho sucedió el pasado 5 de enero cuando un hacker logró infiltrarse en su sistema informático y desviar información. Pese a esto, la empresa móvil pudo descubrir el origen de la fuga de información y solucionarlo en 24 horas. Afortunadamente, el resto de sus sistemas no se vieron afectados.
La información filtrada incluye datos personales como nombres, dirección, correo electrónico, número de teléfono, fecha de nacimiento y número de cuenta de T- Mobile de los clientes afectados.
Para un poco de tranquilidad de los clientes, la filtración no incluye números de tarjetas bancarias o de seguridad social, información fiscal ni contraseñas y, por supuesto, la empresa de telefonía espera que esta filtración no tenga ningún impacto material en sus operaciones.
Según T-Mobile, se encuentra en curso una investigación interna y se ha informado a las autoridades, además de haber informando a los clientes cuyos datos fueron revelados.
Desafortunadamente para T-Mobile, este no es primer hackeo que sufren pues, según reportes del medio local 'Univision', la compañía ya había sido víctima de otros ataques en agosto de 2018, noviembre de 2019 y, el más importante hasta la fecha, en agosto de 2021, que afectó los datos de 76,6 millones y por el que la compañía fue obligada a pagar 350 millones de dólares a los clientes que presentaron una demanda colectiva por este incidente.
De acuerdo con Neil Mack, analista de Moody's Investors Service, este y otros casos de filtración de datos de la clientela de esta compañía ponen en duda su gestión cibernética; cuestión que podría atraer el escrutinio de la Comisión Federal de Comunicaciones y otros reguladores estadounidenses.