Vivir con cáncer: ¿un diagnóstico terrible o una bendición? El cáncer es un punto de inflexión que nos obliga a tomar una de las decisiones más importantes en nuestra vida: o luchamos y sobrevivimos, o nos rendimos y nos dejamos ir.
Sin restarle importancia a cómo el cáncer nos somete a dificultades extremas, la decisión que tomemos es precisamente la que puede hacer que el cáncer se convierta en una oportunidad para mejorar.
En lugar de un diagnóstico terrible, el cáncer puede de hecho representar una bendición. Basados en esta experiencia, esta semana queremos invitaros a reflexionar sobre cómo afrontar las dificultades con una actitud positiva puede hacer que no sean tan difíciles, allanándonos el camino y ayudándonos a superarlas.
Una experiencia traumática

Vivir con cancer
A primera vista un diagnóstico de cáncer representa una de las más experiencias más terribles por las que podemos llegar a pasar.
Esto es así tanto que mucha gente le da miedo siquiera pronunciar la palabra y utilizan distintos eufemismos para evitar nombrarlo. Esto es en parte cierto.
Un diagnóstico de cáncer es, en sí mismo, el anuncio de una de las experiencias más duras que quizás debamos afrontar a lo largo de nuestra vida.
Es el aviso de dolores tan terribles que nos olvidemos de respirar, de noches sin dormir contando como pasan los minutos y las horas, del temor de no saber qué pasará al día siguiente.
Sólo una persona que haya pasado o convivido con otras que hayan pasado por un cáncer es capaz de entender hasta que punto el cáncer te cambia la vida y, en cierta medida, destruye todo lo que habías creído hasta ese momento.
Y una lección de vida
Como ya afirmó el psicólogo Viktor Frankl tras sobrevivir a un campo de concentración nazi en la segunda guerra mundial, el secreto para ser feliz y encontrar sentido a nuestra vida reside en el modo en que estemos dispuestos a admitir y cumplir la misión que la vida nos encomienda.
Si bien el cáncer represente muchas dificultades, superarlas es uno de los retos mas satisfacientes que podemos encontrar. Ser capaz de vencer el dolor y el miedo nos enseña a afrontar cualquier problema desde otra perspectiva.
Nos ayuda a buscar información y analizarla. Nos motiva a luchar por nuestras convicciones.
Y, sobre todo, nos enseña a amar la vida y disfrutar de ella, a buscar el lado positivo de las cosas y aferrarnos a el en los momentos difíciles como el modo de superar las dificultades.

Al enseñarte a afrontar las dificultades, el cáncer te enseña a tomar perspectiva respecto a ellas.
Desde esta perspectiva es más fácil no solo analizar el problema objetivamente, sino además buscar la mejor solución en lugar de acrecentarlo por medio de nuestros temores.
Por todo esto pienso que el cáncer es más una bendición a pesar de lo duro que pueda ser. Prefiero afrontarlo desde la oportunidad de aprender a ser mejor persona y ser más feliz.